PLATA (2023) es una pieza que se desarrolla en espacios no convencionales de tránsito, y cuenta con un equipo artístico numeroso. Los gestos, las acciones, las pausas, las miradas de los transeúntes son el material para el juego y generan un código expresivo que forma un nuevo lenguaje. Creamos un dispositivo a modo de “contagio”, a partir de este nuevo código compartido, entendiendo que todos podemos afectarnos y que lo que nos rodea nos modifica y nos transforma constantemente. La propuesta pretende generar intercambios reales entre las artistas y las personas locales, entre los materiales físicos y los espacios en los cuales se interviene, creando así una pieza única para cada lugar, un SITE SPECIFIC que invite a reconquistar y resignificar los espacios públicos.
SI ESTUVIÉRAMOS SOLAS EN EL UNIVERSO, SERÍA UNA GRAN PÉRDIDA DE ESPACIO (2019) surge de la necesidad de compartir, transmitir, desarrollar y multiplicar las posibilidades del lenguaje escénico generado en Big Bounce, nuestra primera pieza como colectivo. En esta ocasión hemos doblado el número de intérpretes, multiplicando las posibilidades de crear nuevos imaginarios a través de otros cuerpos que generan nuevas realidades, nuevas memorias…sugiriendo universos paralelos que ponen en duda la idea de origen desde otras perspectivas.
JUNGLA (2018). Con esta pieza hemos hecho una inmersión en el terreno de los más pequeños, haciendo un trabajo pensando para una franja de edad de entre 2 y 5 años. De este momento vital nos interesa la mirada limpia y la apertura de los niños, que reciben sin discriminar ni juzgar y se exponen a los estímulos sin filtros pre-concebidos. Consideramos esta una oportunidad muy especial para presentar el movimiento y los diferentes elementos de la escena como un lenguaje nuevo que estimule los sentidos a todos los niveles.
ACTE REFLEX (2018). En este proyecto nos hemos preguntado desde el inicio de qué manera podíamos compartir y trasmitir a adolescentes de 14 años nuestra pasión por el movimiento, la escena y el trabajo en colectivo. Hemos querido potenciar la idea de que cada una tiene su punto de vista y que estos, sumados, construyen un universo más complejo y rico a la vez. Para hacerlo posible, hemos indagado en sus intereses y deseos, trabajando la expresión de la identidad a partir de la mirada propia y la mirada de otra persona.
OVNI (2017). Siguiendo la lógica del juego compartido iniciada en Big Bounce, nos fuimos acercando al universo de los objetos, investigamos sobre la dualidad que ofrecen como objetos reconocibles y funcionales versus elementos plásticos y visuales. Así mismo hemos querido ir más allá también en las posibilidades del espacio escénico, utilizando el diseño de luces y escenográfico como elementos esenciales de la pieza. A través de una escritura que se basa en la asociación visual hemos podido hablar de la sobre producción, la acumulación, la durabilidad y reflexionar sobre las consecuencias que estas pueden tener en nuestro planeta a largo término.
DOPPELGÄNGER (2014). En esta pieza nos hemos centrado por primera vez en la obra de otro artista, el artista plástico Tom Carr y el trabajo de su equipo TCTeam, para desde allí desplegar un imaginario a través de cuerpos que dialogan con su obra. Nos ha interesado enmarcar nuestro trabajo en un contexto nuevo como son los centros de arte contemporáneos del territorio catalán, para llegar con nuestras propuestas artísticas a otro tipo de públicos, quizás menos habituados a asistir a espectáculos de danza.
BIG BOUNCE /SITE SPECIFIC (2013). Descubrimos en BIG BOUNCE el potencial de convertir la pieza en un dispositivo versionable que recogiera a nivel temático la historia de un espacio y un contexto específico. A partir de esta idea hemos podido acercarnos a la historia, los usos y las particularidades de lugares tan diferentes como La Pedrera, el MACBA, el Convent de les Artes d’ Alcover, el MNATEC de Terrassa, El Antic Teatre, el Parc Nou de Olot, entre otros; desde una mirada particular hemos podido convertir Big Bounce Site Specific en un proyecto versátil y con un alcance de público mucho más amplio.
BIG BOUNCE (2013) es nuestro primer trabajo como colectivo y surge del deseo de compartir herramientas de creación, descubrir las múltiples miradas sobre una misma forma y permitir al cuerpo transformarse a partir de las interferencias de los otros cuerpos. Durante el proceso de creación de Big Bounce nos hemos interesado por la palabra como una herramienta que nos permitía evocar otras posibles realidades en un espacio aparentemente vacío, en diálogo con el potencial evocador de los cuerpos en movimiento, ofreciendo una versatilidad que viaja entre lo concreto y lo abstracto. En este trabajo incluimos en todo momento al público, haciendo énfasis en el momento presente desde donde se dispara el imaginario individual y se sacude el compartido.